Ella se llama Yesenia Castillo Juárez, tiene 29 años y es madre de trillizos que adelantaron su nacimiento y enfrenta hoy necesidades que demandan sus bebés y no tiene capacidad de enfrentar.
Su esposo trabaja como operario en la empresa KSR y gana 600 pesos a la semana, los cuales no alcanzan para satisfacer todos los gastos que sus tres hijos demandan en este momento.
Los bebés hoy de cuatro meses requieren 25 pañales diarios más la leche que los recién nacidos toman, que es Enfamil AR (para Nehemías), Enfamil Enfacare Premium (para David), y Enfamil Premium 1 (para Neftalí).
David López, papá de los trillizos, hace todo lo posible por cubrir las necesidades de los bebés y su esposa, pero no le alcanza con lo de su trabajo y es que no sólo es la alimentación, es también el vestido y la atención médica.
Y es que David, el más pequeño de los trillizos al nacer tuvo una infección pulmonar que elevó la temperatura a niveles que generaron un coágulo en el cerebro, generando daños al cerebro que ocasionan algún tipo de retraso, pero mientras esto se define el bebé sufre convulsiones.
El nacimiento
Yesenia laboraba para una empresa financiera en la cual trabajó hasta quedar embarazada de sus trillizos, quienes no pudieron nacer en Saltillo, porque el parto se adelantó y en el IMSS en Saltillo no garantizaban que los infantes nacieran con vida, por lo que los trasladaron a pediatría del IMSS en Nuevo León.
En el vecino estado debieron permanecer dos meses al cuidado de sus hijos recién nacidos porque Neftalí y Nehemías estuvieron un mes en incubadora hasta que se formaran sus pulmones, mientras David estuvo internado dos meses y fue operado de retinitis en dos ocasiones.
"En Monterrey apenas comíamos porque debimos rentar un cuartito para vivir y estar cerca de los bebés en lo que nos los daban de alta", expuso Yesenia.
Los bebés a cuatro meses de su nacimiento son considerados un milagro, porque ninguno de ellos tenía los pulmones formados al cien por ciento, pero hoy lloran usando toda su capacidad pulmonar.
Sin embargo, hoy piden la ayuda de la sociedad saltillense para poder vestir, alimentar y llevar a sus hijos al médico para continuar con la atención de cada uno de ellos, porque su capacidad económica no les alcanza para salir adelante con sus hijos.
Koneocho
Quizá el lector se preguntará ¿Dónde está la Historia con Sentido de esta nota?
Le respondería que aquí, precisamente frente a sus ojos.
El sentido de la historia es despertar la solidaridad hacia aquellos que menos tienen y que realmente lo necesitan.
¿Puede ayudarles o echarles la mano? No lo piense. La vida es justa y créame que regresa las buenas acciones que realizamos para ayudar a nuestros semejantes.
En su nombre, yo le doy las gracias de antemano.
(Javier Medina Pastén / El Diario de Coahuila)
